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La trampa de los residuos

Impacto socio-ambiental de la producción industrial

Franziska Stracke
Förderverein 180

fördervereinlwl@gmail.com
 

Donde hay mucho consumo, suele haber también muchas basuras. Cada alemán produce, por ejemplo, al año en promedio 228 kilogramos de residuos de envases, es decir, más de 625 gramos al día. Pero, ¿qué ocurre realmente con nuestra basura y qué tiene que ver el tema (de los residuos de envases) con la justicia climática social?

Desde mediados del siglo XX, la producción de basuras ha crecido rápidamente, principalmente en los países del Norte Global. El problema de la eliminación se achaca a menudo a nosotros, las y los consumidores, aunque los llamados residuos urbanos representaron tan sólo el 12% del volumen de las basuras producidas en Alemania en 2019. Sin embargo, se insta repetidamente a las y los consumidores, en particular a nivel individual, a ahorrar residuos y a separarlos correctamente para garantizar un proceso de reciclaje sin problemas. Pero lastimosamente no se habla de la generación de basura a nivel industrial.

 

En Alemania existe la Ley de Gestión de Residuos en Ciclo Cerrado (Kreislaufwirtschaftsgesetz), que tiene el objetivo de "conservar los recursos naturales y gestionar los residuos de forma ecológica" e incluye:

1. Prevención de residuos: Alemania ocupa el quinto lugar entre los mayores productores de basuras del mundo(1). De evitar la generación de basuras no se trata.

2. Reutilización y reciclaje: En Alemania, se considera reciclado, lo que se "recoge o preclasifica para su reutilización". El resto acaba en plantas de incineración o en el extranjero.

3. Otros tipos de reciclaje (por ejemplo, el energético): En Alemania, el 56% de los residuos plásticos se incineran(2). La incineración de basura se utiliza para generar electricidad a partir del calor obtenido. Sin embargo, los residuos no se destruyen completamente en el proceso, sino que sólo se reduce su volumen y al mismo tiempo se producen residuos peligrosos en forma de escorias y cenizas altamente tóxicas(3). Además, el proceso de incineración libera una gran cantidad de gases de efecto invernadero que alimentan el cambio climático.

4. Evacuación de residuos: Una parte de los residuos de plástico que se procesan mal o sólo a un alto coste en Alemania se exporta al extranjero, lo que resulta muy problemático desde varios puntos de vista. El vago deseo es que los residuos de envases sean reciclados en el extranjero para poder producir nuevos plásticos.


 

La exportación de residuos de envases

Pero se trata más bien de un asunto de "ojos que no ven, corazón que no siente". El destino exacto de los residuos de envases producidos en Alemania, así como su procesamiento posterior rara vez pueden rastrearse con exactitud. Hasta 2017, China fue considerada el "vertedero del mundo". El 56% de todos los residuos de plástico del mundo terminaban allí e incluso se contaban como residuos reciclados en las estadísticas alemanas. "los ‘éxitos de reciclaje’ alemán se han visto realzados durante años por la exportación de plásticos mixtos de baja calidad a China". En respuesta, la República Popular decidió detener la importación de residuos de plástico sin clasificar. Se buscaron entonces nuevos destinos de exportación, ya que las plantas de incineración de Alemania no podían absorber las numerosas toneladas adicionales. Las basuras tenían que ir a alguna parte, después de todo, el sistema de exportación de residuos ha sido muy exitoso desde la perspectiva alemana. Los políticos y empresarios pueden presumir de una gran tasa de reciclaje y, al mismo tiempo, no tienen que gastar más dinero en la eliminación de residuos, sino que incluso los venden como materia prima. La externalización de los consecuentes daños puede ser fácilmente ocultada. La destrucción de la naturaleza como resultado de nuestra prosperidad no tiene lugar "ante nuestra puerta".

Desde la prohibición de las importaciones chinas, los residuos de envases alemanes han sido enviados principalmente a Malasia, Tailandia, Indonesia e India(4). Los nuevos vertederos creados allí como resultado del aumento de las importaciones son a menudo improvisados y sin seguridad; las basuras pueden escapar sin control al medio ambiente durante las tormentas. No sólo los ecosistemas sufren daños considerables y la naturaleza se contamina con residuos tóxicos peligrosos, sino que además, ello favorece la transmisión de enfermedades. La quema al aire libre sin sistemas de filtración libera olores desagradables y nubes de humo contaminantes compuestas por metales pesados como el cadmio. Esto causa enfermedades respiratorias y pulmonares(5). A menudo la basura es clasificada a mano por trabajadores en condiciones laborales precarias, lo que también puede causar graves problemas de salud.

Desde 2021, está en vigor en Alemania una nueva ley que estipula que sólo se pueden exportar los residuos de envases que estén bien clasificados y puedan ser procesados posteriormente(6). Esto es al menos un primer paso en la dirección correcta. Tanto los políticos, así como las empresas que, en última instancia, explotan y utilizan las materias primas, y venden sus productos, deben asumir mucha más responsabilidad para acercarse al objetivo de la justicia climática social. Mientras que a nivel individual se le pide a las y los consumidores que economicen cada vez más residuos para resolver el problema global de las basuras, otros flujos de residuos, como los procedentes de la extracción y el tratamiento de los recursos minerales o los de la construcción y la demolición, apenas si están en el foco de la opinión pública.

Para resolver los agudos problemas sociales y ecológicos de la gestión de las basuras, y dejar a nuestras futuras generaciones un planeta habitable y lo más limpio posible, tienen que pensarse nuevos enfoques.


 

Una variedad de soluciones

Donde hay mucho consumo, suele por ende producirse mucha basura. La reducción del consumo en el Norte Global ofrece un considerable potencial para la disminución de residuos. Especialmente en el caso de los electrodomésticos, un uso duradero, posibilidades de reparación sin complicaciones y la reventa son formas elementales para economizar recursos.

Cuando se trata de residuos de envases, reducir el consumo no es tan sencillo, pero los últimos años ya ha surgido un creciente movimiento de ‘basura cero’ que intenta reducir con éxito los residuos de envases individuales. Pero de todas maneras es necesario un cambio fundamental en las estructuras globales para frenar el impacto social y ecológico de la generación de basuras a gran escala. Es necesario que se estipulen altas tasas de reciclaje de manera obligatoria. También es necesario crear nuevos incentivos para clasificar y procesar mejor los materiales plásticos; haciéndolo desde el punto de origen. Asimismo, las empresas tienen que responsabilizarse de los residuos que ellas mismas generan. Las exportaciones a otros países deben reducirse drásticamente o prohibirse por completo, para no seguir externalizando aún más los daños derivados(7).


 

En este sentido, las alternativas solidarias desempeñan un papel muy importante. En nuestros vídeos, presentamos algunas alternativas para reducir la producción de residuos. Puede encontrar iniciativas como el foodsharing (rescate de alimentos), los cafés y talleres de reparación, tiendas de segunda mano o tiendas sin empaque y mucho más.
 

Estos ejemplos nos muestran también la importancia de la implementación de modelos de desarrollo solidarios que respeten tanto los derechos humanos como el medio ambiente. Te invitamos a ver también los videos que presentamos en otras secciones con iniciativas o modelos de desarrollo solidario.

 

¡No hay justicia social sin justicia medioambiental!

¡Y la justicia climática o medioambiental necesita solidaridad!

#ClimaSolidaridad ¡Ahora!  

Fuentes

(1) Metz, Johanna: Gewinnen durch Sparen, in: Das Parlament, Jg. 71 (2021) 30-31, S. 1.
(2) Jensen, Annette: Ökonomie ohne Abfall, in: Atlas der Globalisierung. Weniger wird mehr, Berlin 2015, S. 156-159, S. 157;   .

(3) Unverzagt, Christian: Spiegel der Menschheit, in: Das Parlament, Jg. 71 (2021) 30-31, S. 1.

(4) Germund, Willi: Globale Müllhalden, in: Das Parlament, Jg. 71 (2021) 30-31, S. 9.

(5) Vgl. Germund, Willi: Globale Müllhalden, in: Das Parlament, Jg. 71 (2021) 30-31, S. 9.

(6) Das Parlament: Haushalts-Müll. Was passiert damit? In: Das Parlament, Jg. 71 (2021) 30-31, S. 15.

(7) Metz, Johanna: „An die Ursachen gehen.“ Interview mit Nina Scheer, in: Das Parlament, Jg. 71 (2021) 30-31, S. 2.

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